Científicos del Centro de Cáncer Fox Chase, en Filadelfia, Estados Unidos, han descubierto nuevas pistas sobre cómo el embarazo reduce el riesgo de las mujeres de desarrollar cáncer de mama. Con una mirada detallada al material genético de las mujeres que habían dado a luz y las que no, estos expertos, cuyas conclusiones presentarán en la reunión anual de la Asociación Americana de la Investigación del Cáncer, observaron diferencias en los elementos relacionados con procesos clave que, cuando funcionan mal, pueden incrementar el riesgo de desarrollar cáncer.
Lo perfecto sería que los científicos tuvieran algún día la capacidad de imitar estos cambios en las mujeres que no han estado embarazadas para reducir su riesgo de desarrollar cáncer, señala la autora del estudio, Julia Santucci-Pereira, investigadora asociada en el Laboratorio de Investigación del Cáncer de Mama en el Fox Chase. «Estamos tratando de entender cómo ayuda el proceso natural del parto a prevenir el cáncer. Si lo entendemos, podremos tratar de imitar este proceso de alguna manera, especialmente en las mujeres que están en alto riesgo de desarrollar la enfermedad», explica la científica.
En el trabajo, Santucci-Pereira y sus colegas utilizaron sofisticada tecnología de secuenciación para comparar la actividad genética de muestras de tejido libres de cáncer de mama de más de 100 mujeres, 30 de las cuales eran premenopáusicas que nunca habían dado a luz. Los expertos vieron diferencias en la expresión de genes que se asocian con el proceso bajo el cual las células se convierten en especializadas, conocido como diferenciación.
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