Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) han demostrado, en modelos animales de ratón, que la inhibición farmacológica y genética de una proteína conduce a una reducción significativa de la reaparición del cáncer de mama y de las metástasis en este tipo de tumor.
Según ha informado el Idibell en un comunicado, el hallazgo, publicado en Cancer Research, sugiere que los inhibidores de la proteína RANK, que se utilizan actualmente en los pacientes con osteoporosis y metásta
"En los tumores hay unas células madre cancerígenas que son las únicas células del tumor que dan lugar a nuevos canceres y metástasis, y que colonizan nuevos órganos. Es importante destacar que este nuevo tratamiento actúa disminuyendo estas células madre, y las obliga a especializarse o convertirse en células menos agresivas. Es como convertir al rey en peón", explica a EL MUNDO la doctora Eva González Suárez, responsable de la investigación.
Las células precursoras de cáncer o células madre cancerígenas expresan altos niveles de la proteína RANK y, de hecho, la mortalidad en el cáncer de mama se debe principalmente a las células de este tipo que sobreviven a los tratamientos y que son responsables de la recurrencia del tumor y de la metástasis. "Tras una cirugía, muchas pacientes al cabo de los años recaen y desarrollan una enfermedad más agresiva, la enfermedad metastásica, y las responsables son estas células madres tumorales", asegura la doctora.
"Tiene una aplicación terapéutica que inhibe las metástasis y las recaídas en el cáncer de mama. Pero también, puede actuar para prevenir este tumor en pacientes de alto riesgo", aclara González.
De igual forma, IDIBELL ha calificado el hallazgo como un "gran avance", porque los inhibidores de la vía RANK ya están aprobados para su uso clínico y se utilizan actualmente para tratar la osteoporosis y las metástasis óseas.
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