Según la Sociedad Americana de Cáncer, de Estados Unidos, “cuando el cáncer de mama se descubre en etapa temprana, el 99% de las pacientes están vivas a los 5 años, lo que quiere decir que es una enfermedad curable si se detecta con tiempo y se emplea el tratamiento adecuado”.
También tienen estudios que muestran que “los tumores cancerosos de seno que se encuentran porque pueden ser palpados suelen ser más grandes y tienen más probabilidades de haberse extendido fuera de él. Sin embargo, los exámenes de detección a menudo pueden encontrar cánceres de seno cuando son pequeños y todavía están confinados en él”.
Todo ello nos indica que el autochequeo, si bien es necesario, no es suficiente para identificar alguna señal de que podría haber problemas.
En la etapa de la revolución digital, la tecnología también se ha vuelto un aliado de mujeres y hombres para detectar problemas de salud, con mejores resultados y en menos tiempo. Las mamografías no podían quedar fuera de esta realidad y la Tomosíntesis o Mamografía 3D es el mayor adelanto que tenemos en nuestros días para lograr detecciones tempranas de cáncer de seno.
Cuando hablamos de tres dimensiones, pensamos en cine o en videojuegos. Pues imaginen ese mismo efecto a la hora de hacer un estudio de mama. Esa sensación de estar metido en la pantalla, captando el mínimo detalle, es lo que hace de la Tomosíntesis un sistema más efectivo al compararlo con la mamografía tradicional para visualizar lesiones muy pequeñas en el seno.
Aumenta así la sensibilidad diagnóstica para quienes, como un servidor, trabajamos con rayos X e imágenes en la detección de problemas de salud en las personas. Además, la Tomosíntesis evita muchos falsos positivos de cáncer y así reducimos momentos de angustia innecesaria y repeticiones de exámenes o uso de otras imágenes al identificar cualquier anormalidad en el seno.
Esta tecnología es, por tanto, importante para la República Dominicana, donde el cáncer de seno es el que más afecta a la mujer según las estadísticas que manejan los centros de tratamiento de esta enfermedad.
También en un país en el que este mal crece y afecta cada vez más a mujeres jóvenes. De acuerdo a informes de prensa aparecidos en octubre de 2015, el cáncer de mama representaba el año pasado el 35% de los tumores malignos del país, constituyendo la primera causa de cáncer en la mujer dominicana.
En los últimos cinco años se ha diagnosticado un promedio anual de 567 casos de cáncer de mama, de acuerdo a las estadísticas del Instituto de Oncología Heriberto Pieter. El 45% de los casos se presentaron en mujeres con edades comprendidas entre los 31-50 años.
La doctora Catalina González Pons, directora del Instituto Nacional del Cáncer en el país, afirmó hace casi un año que es altamente preocupante el hecho de que esta enfermedad esté incidiendo tanto en mujeres jóvenes, al punto que más de un 20 por ciento de los que se diagnostican corresponden a pacientes de menos de 35 años.
Todas son cifras que los propios oncólogos intuyen menores de las reales dado el subregistro que, afirman, se produce. Pero dan una idea del problema al que nos enfrentamos.
Es importante concienciarse de la importancia de someterse a estudios profesionales regulares para detectar a tiempo el cáncer de mama de la misma forma que los especialistas estamos conscientes de que hacer bien o mal nuestro trabajo puede marcar la diferencia entre la salvación o no de un paciente.
Por eso creemos en trabajar con la mejor tecnología y en formarnos constantemente para aplicar cada nuevo conocimiento en nuestra práctica, es algo que puede salvar muchas vidas.
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